El colchón, respaldado por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), garantiza no solo estándares de calidad y seguridad que cumplen con las normativas internacionales más exigentes, sino también un compromiso sólido con la preservación del medio ambiente. Cada etapa de su fabricación se lleva a cabo de manera responsable y sostenible, desde la selección de materiales hasta el proceso de producción. Además, su núcleo HR de 37 kg no solo ofrece una adaptabilidad en firmeza que se ajusta a las diversas necesidades del cuerpo, sino que también distribuye el peso corporal de manera uniforme, aliviando así los puntos de presión y garantizando un descanso sin molestias ni interrupciones. Con una durabilidad y resistencia excepcionales, este colchón se convierte en una inversión en el bienestar y el confort a largo plazo.